La palabra “catástrofe”, viene de CATASTRO, que significa “medición o inventario” y FE, “creencia y esperanza de la existencia de un dios o de un ser superior”.
Lo que nos está pasando con los tripulantes del submarino ARA SAN JUAN es una manera de medirnos en nuestra FE como sociedad, como seres humanos.
Es la oportunidad de corrernos del lugar de buscar culpables y que deben pagar los responsables, ya que de esa manera estamos descreyendo de la CONDICIÓN HUMANA.
¿Quién conscientemente podría mandar a 44 seres humanos a pasar por la situación por la que están pasando?, ¿cómo podemos pensar que ésta situación sea una oportunidad para generar más odio, más resentimiento y necesidad de venganza?
Creo que es una gran oportunidad de unirnos en el dolor. Unirnos desde el AMOR y la solidaridad de todo EL MUNDO.
Mi gran maestro y hermano de la vida Gustavo Zerbino, sobreviviente de los Andes, siempre cuenta que la historia de ellos “ES UNA HISTORIA DE AMOR”. Y que gracias a todo ese amor, salieron con vida de la montaña.
¿Y saben qué? NUNCA, NI SIQUIERA UNO DE ELLOS NI DE SUS FAMILIAS, RECLAMARON NADA. Nunca hubo un juicio ni culpables, ni reclamos a la Fuerza Aérea Uruguaya, a pesar de todos los errores sucedidos en ese accidente y a pesar de que “el décimo día” los abandonaron, los dieron por muertos y suspendieron la búsqueda.
Esto no invalida el derecho de resarcimiento de los familiares en cualquier caso, pero vamos más allá de eso, hablamos como sociedad.
Pido en nombre de la integridad humana que salgamos del lugar de buscar culpables y responsables, que nuestra energía se ponga en BUSCAR EN NUESTRA ESENCIA LA ENERGÍA DEL AMOR, DE LA ESPERANZA, DEL PODER ILIMITADO DE LA INTENCIÓN UNIDA Y SOBRE TODO, QUE ÉSTA PRUEBA O MEDICIÓN DE NUESTRA “FE”, saque nuestra mejor versión, la de ver como aprendemos de nuestros errores, sabiendo que somos imperfectos y también responsables, pero no culpables.
No decidimos las cosas que pasan, lo que si tenemos SIEMPRE que decidir, es que hacemos con lo que nos pasa.
Copiemos el modelo uruguayo del MILAGRO DE LOS ANDES. Hagamos de esto una historia de AMOR y de ESPERANZA. Ellos recibieron como recompensa a 16 sobrevivientes, que hoy son una prueba viviente del poder del AMOR, LA RESILIENCIA y EL TRABAJO EN EQUIPO.
Sigamos buscando el MILAGRO, enfocados en que van a aparecer y creamos en nuestra esencia y en el poder del amor y la intención.
Y si por algún motivo, el final no fuera el que todos esperamos, que hermosa manera de honrar esas vidas, sabiendo que sus últimos momentos sirvieron para dejar vibrando en nuestro país y en el mundo una energía de encuentro, de Paz y de esperanza.
¡Honremos a los 44 que están en un plano que supera cualquier diferencia, hagamos de sus vidas un GRAN LEGADO DE UNA NUEVA HUMANIDAD!
Juan Bautista Segonds Coach holístico